viernes, 28 de julio de 2017

La madre huida será denunciada por secuestro



[NOTA PREVIA: ARTÍCULO DE RAMÓN RAMOS PUBLICADO EN “EL MUNDO” EL 28.07.2017. FOTO DE MIGUEL RODRÍGUEZ.] A las 16.30 de ayer se cumplieron 24 horas de la incomparecencia de Juana Rivas, desaparecida desde la jornada anterior. El plazo transcurrido habilita a Francesco Arcuri, italiano y expareja de Juana, a presentar denuncia por el secuestro parental de los menores, un niño y una niña de 11 y tres años, que deben regresar con su padre a la isla de Carloforte, en Italia, donde tienen su residencia en el domicilio habitual del padre, pese a poseer la nacionalidad española. 
Juana Rivas no ha dado noticias de su paradero ni ha anunciado que restituirá a sus dos hijos al padre, como está obligada por una providencia del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada. 
Por ello, el representante legal de Arcuri, el abogado Adolfo Alonso, ultima el escrito y en su despacho profesional rehúsan comentar los extremos en que se fundamentará la denuncia, que persigue un solo fin: el cumplimiento de las cuatro resoluciones judiciales que, una tras otra, le han ido dando la razón desde que su cliente invocó la Convención de La Haya, después de que en el verano de 2016 Juana Rivas abandonase Italia con sus dos hijos y, una vez en España, denunciase a Francesco por violencia de género. 
Una denuncia anterior por malos tratos se saldó con una condena al padre: tres meses de prisión y una orden de alejamiento. 
La Guardia Civil ya realizó la misma tarde del miércoles las primeras investigaciones en Maracena, el municipio granadino donde ha venido residiendo Juana con los niños desde su regreso a España, para constatar que la madre había abandonado el pueblo. Su rastro se pierde en la noche del martes, cuando habló por última vez con su abogada, Francisca Granados. 
Por parte de la representación legal de Rivas mantiene la versión original de desconocer el paradero de la mujer. 
La denuncia de Arcuri activará una orden automática de búsqueda que llegará a todos los cuerpos de seguridad del Estado. Lo que hasta ese momento había sido un litigio civil, entra a partir de ahora en la esfera penal. A Juana Rivas se le puede aplicar en este momento un presunto delito de desobediencia a una orden judicial, penado con hasta un año de prisión o multa. 
Además, la denuncia del padre de los menores agrava los supuestos porque apunta a un delito de secuestro o sustracción de menores. 
En el despacho de Alonso no precisan el momento de la presentación de la denuncia porque el abogado del padre pretende alejar el caso de la «agitación social», al intentar por parte de la madre reducirlo a una cuestión de violencia de género. En este sentido, Alonso relativiza la condena de Arcuri: habría aceptado en 2009 una sentencia condenatoria para facilitar las visitas a su entonces único hijo. 
«Este no es un problema de violencia de género, es un caso de un secuestro y de un padre que lleva un año sin poder hablar con sus dos hijos menores», asegura Alonso, amparado en los cuatro jueces que sucesivamente han venido dando la razón a Arcuri en su demanda por la sustracción de los hijos. En otro sentido, fuentes judiciales precisaban este jueves que la Audiencia Provincial de Granada, al contrario de lo que se aseguró en rueda de prensa, no rechazó la entrega de los menores al padre en tanto se sustancie la segunda denuncia por malos tratos contra el padre italiano. 
Tras la ruptura de 2009, Juana transigió con la petición de Francesco para reanudar la relación, en la pequeña isla de Carloforte, donde el italiano había iniciado un negocio. Pero pese al nacimiento de la pequeña, la situación no mejoró para la madre, los malos tratos se repitieron y Juana decidió regresar a España. 
El caso ha generado numerosas muestras de apoyo en las redes sociales, como la de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que ayer anunció en su cuenta personal de Twitter que desde el Gobierno andaluz ofrecen asistencia jurídica a Juana Rivas para pedir la suspensión del régimen de visitas de los menores. 
Díaz ya expresó su apoyo a Rivas el pasado martes «en su lucha para proteger a sus hijos», afirmando que «los niños también son víctimas de la violencia machista». 
Además, colectivos y particulares reclaman «justicia» para Juana y sus dos hijos en las redes bajo el lema #JuanaEstaEnMiCasa.


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